La Marina rusa, que ya es una de las más grandes del mundo, ha estado trabajando para camuflar sus buques de guerra de miradas indiscretas con una gama de innovaciones de alta tecnología que incluyen antenas ocultas y trabajos de pintura especiales.
Eso es según Vladimir Pospelov, miembro de la Comisión Militar-Industrial del país, que también forma parte de la Junta Marítima del estado. El experto dijo a RIA Novosti en una entrevista publicada el martes que los constructores navales militares rusos están empleando una variedad de herramientas para tratar de proteger sus barcos de la detección, lo cual es de particular importancia si son atacados por armas dirigidas y torpedos guiados.
“Un barco no es una aguja”, dijo. “Las capacidades de reconocimiento aéreo y por satélite permiten detectar cualquier barco.
“Tan pronto como se encienda cualquier dispositivo emisor de señales, se detectará mediante reconocimiento electrónico”, agregó Pospelov.
Sin embargo, estableció una serie de formas en las que los nuevos buques aprovechan los avances tecnológicos para minimizar sus huellas digitales físicas y electrónicas. Hablando de una nueva generación de naves furtivas, dijo que “las versiones pasadas de destructores y cruceros de misiles se parecían a un erizo, tachonado de docenas de antenas. Para las corbetas, ahora hemos cambiado a un mástil integrado, lo que significa que todas las matrices están ocultas dentro de su caparazón.
«Otra forma de reducir la firma de los barcos de superficie», reveló, «es el uso de materiales compuestos y pinturas y barnices especiales». Se pueden aplicar varios acabados diferentes a los buques de guerra y aviones de guerra para absorber las ondas de radar a una cierta frecuencia, protegiéndolos eficazmente de ser recogidos por las defensas aéreas enemigas.
Pospelov también dijo que, para la década de 2030, Rusia debería haber completado el trabajo en nuevos grupos de submarinos nucleares de cuarta generación, así como la puesta en servicio de dos corbetas modernizadas. Las actualizaciones existentes ya se completaron para aumentar la cantidad de lanzadores en al menos una fragata, dijo.
El mes pasado, Moscú ordenó a sus marineros que comenzaran ejercicios a gran escala en el Mar Negro, mientras los buques de guerra británicos zarpaban hacia la volátil región como parte de las crecientes tensiones entre Rusia y Occidente.