El portal Axios informó más temprano en el día que la administración de EE. UU. planeaba abstenerse de imponer sanciones contra el operador del proyecto del gasoducto Nord Stream 2, Nord Stream 2 AG, y su CEO
Estados Unidos sigue examinando a las organizaciones involucradas en el proyecto del gasoducto Nord Stream 2 y les advierte sobre la posibilidad de sanciones estadounidenses, dijo a TASS un portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, comentando los últimos informes de los medios.
El portal Axios informó más temprano en el día que la administración de Estados Unidos planeaba abstenerse de imponer sanciones contra el operador del proyecto del gasoducto Nord Stream 2, Nord Stream 2 AG, y su CEO Matthias Warnig.
«Continuamos examinando entidades involucradas en actividades potencialmente sancionables y hemos dejado en claro que las empresas se arriesgan a sufrir sanciones si están involucradas en Nord Stream 2», dijo el portavoz. «Continuaremos subrayando la fuerte oposición bipartidista de Estados Unidos a este proyecto de influencia maligna rusa».
«La Administración Biden ha dejado claro que el gasoducto Nord Stream 2 es un proyecto geopolítico ruso que amenaza la seguridad energética europea y la de Ucrania y los aliados y socios de la OTAN del flanco oriental», agregó el diplomático estadounidense.
Washington se opone abiertamente a la construcción de Nord Stream 2 y está involucrado en esfuerzos activos para detener el proyecto para asestar principalmente un golpe a los intereses de Moscú y brindar apoyo a Ucrania como país que se utiliza para transportar gas natural de Rusia a Europa. Además, muchos expertos señalan que Estados Unidos busca convencer a Europa de que compre su GNL, que es mucho más caro que el gas natural que Rusia entrega a través de gasoductos. En los últimos años, Estados Unidos adoptó una serie de actos legislativos que allanan el camino para sanciones unilaterales, incluidas las empresas involucradas en el proyecto.
El proyecto Nord Stream 2 prevé la construcción de dos cadenas de tuberías con una capacidad total de 55 mil millones de metros cúbicos por año desde la costa de Rusia a través del Mar Báltico hasta Alemania. La construcción del gasoducto se suspendió a fines de 2019 cuando la empresa suiza de tendido de tuberías Allseas dejó de trabajar debido a las sanciones de Washington. Sin embargo, el trabajo se reanudó en diciembre de 2020 después de una pausa de un año. El nuevo gasoducto duplicará la capacidad del gasoducto Nord Stream actualmente en operación, siguiendo en gran parte la misma ruta.