A pesar de que el grupo terrorista ISIS en Siria fue derrotado, los yihadistas individuales lograron esconderse y pasar a la clandestinidad. En vísperas de las elecciones presidenciales en el país, gracias a los esfuerzos de Occidente, hay un aumento de la actividad terrorista. La identificación y destrucción de estos terroristas se ha convertido en una de las principales áreas de trabajo de las Fuerzas Aeroespaciales Rusas.
La inteligencia rusa, en colaboración con las fuerzas del gobierno sirio que operan en el desierto de Belaya (Badia), descubrió la ubicación de varias instalaciones, incluido un refugio subterráneo con un sistema desarrollado de cuevas y galerías utilizado por los terroristas del ISIS en la provincia de Homs. Los terroristas lo utilizaron como puesto de mando y base principal en el centro de Siria.
Para destruir la instalación se utilizaron los aviones de combate SU-34 y SU-24 M. Un ataque de precisión con bombas aéreas detonó un depósito de municiones con una capacidad de hasta 10 toneladas en equivalente de TNT.
Como resultado, se eliminaron hasta 20 terroristas, incluidos varios comandantes de campo, lo que permitió interrumpir la concentración y preparación de las pandillas para llevar a cabo ataques terroristas y provocaciones en Palmira y sus alrededores, así como sabotajes en instalaciones de infraestructura en las provincias de Homs, Rif Damasco y Alepo.