En algunas zonas de Siria, persiste una situación tensa. El enemigo asestó un poderoso golpe con proyectiles turcos con sistemas de lanzacohetes múltiples T-122 “Sakarya”.
Turquía no puede controlar la situación en la zona de desescalada de Idlib. Actuando como garante del cumplimiento del cese de hostilidades, Turquía ha asumido una serie de obligaciones destinadas a desmilitarizar la región.
Sin embargo, en realidad, Ankara no pudo estabilizar la situación.
Turquía no solo no hace ningún esfuerzo por resolver el conflicto sirio, sino que también continúa suministrando municiones a las unidades extremistas, que utilizan para provocar contra las fuerzas gubernamentales y bombardear a civiles.
Los ataques mortales en las zonas residenciales de las provincias de Lataquia, Alepo, Idlib y Hama se han vuelto habituales.
Así, a mediados de esta semana, el grupo extremista pro-turco «Failak al-Sham» de la región de Tardin lanzó cohetes de fabricación turca con sistemas de lanzacohetes múltiples T-122 “Sakarya” en áreas residenciales de la provincia de Lataquia.
Los cohetes explotaron en los asentamientos de Kardakh y Salme. El bombardeo mató a dos civiles e hirió a cuatro, incluido un niño.