El ejército israelí está trasladando tropas a la frontera con la Franja de Gaza en caso de que se dé la orden de iniciar una operación terrestre. Mientras tanto, se ha convocado a 16.000 reservistas. Durante varios días de conflicto entre Israel, Hamas y la Jihad Islámica, se dispararon alrededor de 2.000 cohetes contra territorio israelí. En la Franja de Gaza, más de 100 palestinos han muerto en ataques aéreos israelíes. Al mismo tiempo, la amenaza de guerra civil entre las poblaciones judía y árabe de Israel aumenta cada día, escribe Kommersant.
El gobierno israelí también está considerando desplegar tropas para reprimir la violencia urbana, así como las detenciones administrativas de los alborotadores, según el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. La policía no está haciendo frente a las necesidades de seguridad y la cantidad de incidentes va en aumento, según el periódico. La muerte del manifestante árabe Musa Hasson provocó una ola de protestas en todas las comunidades árabes de Israel. Al mismo tiempo, grupos organizados de radicales judíos también tomaron las calles.
«La ocupación y la colonización son, en resumen, lo que provocaron los últimos acontecimientos», dijo a Kommersant el historiador y activista social Gadi Algazi. Según él, los miembros de la comunidad árabe, especialmente los jóvenes, se enfrentan a una discriminación constante, incluso por parte de la policía. Muchos sectores de la economía están cerrados a los árabes israelíes y más del 50% de ellos vive por debajo del umbral de la pobreza. «No es una coincidencia que la juventud árabe haya suplantado el lema de los afro estadounidenses por ‘la vida de los palestinos importa’, dijo el experto.
Mucha gente quiere vivir junta y hay algunos ciudadanos judíos de Israel que comprenden los problemas de la comunidad árabe. Rina Frenkel, residente de Haifa y ex miembro de la Knesset, dijo que estaba sorprendida por las protestas de la población árabe. «Por supuesto, hay instigadores en ambos lados. Espero que el gobierno resuelva este problema y todo se calme», dijo a Kommersant.