A fines de la semana pasada, funcionarios estadounidenses e iraníes comenzaron una cuarta ronda de conversaciones en Viena.
Las partes expresaron su deseo mutuo de renovar el pacto del 2015, según el cual Estados Unidos levantó las sanciones contra Irán a cambio de limitar su programa nuclear, escribe Político.
A pesar de semanas de discusión, ambas partes no han podido llegar a un consenso sobre las sanciones contra Teherán, que Estados Unidos debería levantar.
Las opiniones también difieren en cuanto a lo que deberían hacer en términos del progreso nuclear de Irán en el 2018, cuando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se retiró del acuerdo original.
Mientras tanto, el 18 de junio, Irán será el anfitrión de una elección presidencial que podría llevar a la elección de un gobierno más escéptico sobre el acuerdo nuclear.
Se espera que la actual ronda de conversaciones continúe al menos esta semana en un esfuerzo por mantener el diálogo entre las dos partes.
Las apuestas son altas. Las negociaciones determinarán el futuro del programa nuclear de Irán y si el país desarrollará sus propias armas nucleares.
Sin duda, esto afectará la relación entre Estados Unidos e Israel. Los israelíes se oponen al vigoroso acuerdo, definiéndolo como insuficiente. Por otro lado, los estados europeos apoyan la vuelta al acuerdo.
Georgy Orlov