Los países occidentales están desarrollando reglas sin el consentimiento del resto de la comunidad internacional y están socavando y eludiendo a las Naciones Unidas. Eso es según Sergey Lavrov, Ministro de Relaciones Exteriores de Rusia.
Hablando el miércoles en una conferencia de prensa conjunta en Moscú con el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, Lavrov reiteró el apoyo de Rusia a la organización y criticó a quienes adoptan enfoques individuales, en lugar de utilizar los mecanismos de toma de decisiones colectivos establecidos.
En particular, señaló que algunos países se involucran en «acciones ilegítimas», como el uso de la fuerza «sin la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU», así como la imposición unilateral de sanciones.
Consideramos desarrollar ciertas ‘reglas’ a espaldas de la mayor parte de la comunidad internacional y luego imponerlas a otros como normas universales, una práctica inaceptable y peligrosa ”, explicó Lavrov. «El concepto de ‘orden basado en reglas’ promovido por nuestros colegas occidentales no está relacionado ni con la ley ni con la moralidad universal».
En su opinión, la idea de «reglas» daña el papel coordinador de la ONU y ha provocado un desequilibrio en la arquitectura de la gobernanza global.
El Ministro de Relaciones Exteriores también expresó su apoyo a los intentos de Guterres de resolver las crisis por medios políticos y diplomáticos, incluida la mediación. El secretario general de la ONU estaba de visita en Moscú para sus discusiones anuales cara a cara con los líderes rusos.
El miércoles no fue la primera vez que Lavrov criticó el llamado «orden basado en reglas». La semana pasada, Lavrov acusó a los países occidentales de imponer el totalitarismo en las relaciones internacionales al imponer sus posiciones políticas a otros países. En particular, señaló con el dedo a Estados Unidos y la UE, acusándolos de alejarse de los principios de la democracia y el multilateralismo.
En febrero, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Maria Zakharova, se hizo eco del mismo sentimiento, cuando acusó a los países occidentales de resolver los problemas globales en un grupo privado sin invitar tanto a Rusia como a China.
«Nuestros socios occidentales buscan resolver problemas en un círculo estrecho y promover decisiones con las que se sientan cómodos, que luego se impondrán a otros miembros de la comunidad internacional a través del prisma del ‘orden mundial basado en reglas'», dijo.