Gran Bretaña instó a todas las partes del conflicto árabe-israelí que dejen de intensificarlo. Así lo anunció el jueves el viceministro de Relaciones Exteriores del Reino Unido, James Cleverly, que está a cargo de Medio Oriente y Norte de África.
«Es importante que ambas partes den un paso atrás. Hemos sido testigos de ataques con cohetes sin precedentes contra Israel. Queremos que se detengan», dijo en Sky News.
Desde el lunes, ha continuado un intercambio de cohetes entre Israel y el enclave costero palestino, luego de los disturbios a principios de mayo cerca de la Mezquita Al-Aqsa en Jerusalén Este, donde más de 700 personas han resultado heridas en los últimos días. Los enfrentamientos entre palestinos y las fuerzas de seguridad israelíes fueron provocados por la decisión de un tribunal israelí de confiscar casas en Sheikh Jarrah a familias árabes que vivían allí durante más de medio siglo a favor de los colonos judíos sobre la base de que estas casas supuestamente les pertenecían antes de 1948.
Como informó anteriormente el Ministerio de Salud del enclave costero, unos 70 palestinos se han convertido en víctimas de los continuos ataques israelíes en el sector desde el lunes. Aproximadamente 388 personas resultaron heridas. Mientras tanto, los ataques de radicales palestinos en varias ciudades israelíes han matado al menos a seis israelíes.