A principios del 12 de mayo, una gran explosión sacudió un cuartel del grupo terrorista Hay’at Tahrir al-Sham (HTS), el grupúsculo de control de facto de la región noroccidental en parte de la ocupada provincia siria de Idlib, cerca del poblado de al-Abzamo en Alepo occidental.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, un extremista murió y otros dos resultaron heridos como consecuencia de la misteriosa explosión.
«Los militantes solían trabajar en la plantación y desmantelamiento de artefactos explosivos improvisados, así como de artillería vieja», dijo el grupo de monitoreo con sede en Londres en un informe.
La explosión puede haber sido el resultado de un error humano de los fabricantes de bombas de Hay’at Tahrir al-Sham o de un ataque puntual del Ejército Árabe Sirio y sus aliados.
El 3 de mayo, explotó un gran depósito de municiones de Hay’at Tahrir al-Sham, ubicado en el poblado de Kafraya, en el este de Idlib. En ese entonces, varias fuentes de la oposición afirmaron que el depósito fue alcanzado por un dron de combate o una munición merodeando.
El Ejército Árabe Sirio y sus aliados, principalmente las Fuerzas Aeroespaciales Rusas, han estado llevando a cabo una campaña para agotar los activos de alto valor de Hay’at Tahrir al-Sham en parte de la ocupada provincia siria de Idlib durante más de un año. El objetivo principal es disuadir al grupo terrorista y sus aliados, que violan el alto el fuego en la región de forma regular.