El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha denunciado los ataques de Israel contra los palestinos en Jerusalén al-Quds y la Franja de Gaza sitiada, y ha pedido a la comunidad internacional que dé a Israel una lección «fuerte».
Durante una llamada telefónica con el presidente ruso Vladimir Putin el miércoles, Erdogan expresó la firme oposición de Turquía al trato de Israel a los palestinos en Jerusalén al-Quds y la mezquita de al-Aqsa, así como al bombardeo de Gaza.
«La comunidad internacional debe dar una lección fuerte y disuasoria a Israel», dijo.
Erdogan también enfatizó que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) debe emitir una declaración clara y decisiva sobre la situación actual en los territorios ocupados.
Dijo que también debería considerarse la idea de «enviar una fuerza de protección internacional a la región para proteger a los civiles palestinos».
Por su parte, Putin expresó su seria preocupación por la escalada de tensiones.
«Se expresó una seria preocupación por los continuos enfrentamientos y el creciente número de personas muertas y heridas», dijo el Kremlin en un comunicado, y agregó que Putin había instado a «las partes a reducir las tensiones y resolver pacíficamente los problemas emergentes».
Los combatientes de la resistencia palestina han lanzado cientos de cohetes contra los territorios ocupados por Israel en defensa de Gaza contra el bombardeo del régimen del territorio sitiado. El bombardeo de cohetes también es una represalia por la brutal represión de Israel contra los fieles en la mezquita de al-Aqsa.
El bombardeo israelí, que comenzó el lunes, ha dejado 53 palestinos muertos.
Las tensiones se intensificaron en Jerusalén al-Quds, la Cisjordania ocupada y Gaza durante el mes sagrado musulmán del Ramadán. El detonante fue un plan israelí para la expulsión forzosa de palestinos del barrio de Sheikh Jarrah en al-Quds, donde los colonos israelíes ilegales buscan nuevas invasiones.