En Estados Unidos, más de 120 generales y almirantes retirados decidieron mantenerse al día con los franceses y escribieron una carta abierta en la que acusaron al presidente estadounidense Joe Biden y su administración de intentar gobernar el país sin pasar por el Congreso.
También advirtieron de una amenaza para la propia existencia de la nación estadounidense, informó Breitbart.
“Nuestra nación está en grave peligro. Luchamos por nuestra supervivencia como república constitucional como ninguna otra desde nuestra fundación en 1776. Se está produciendo un conflicto entre los partidarios del socialismo y el marxismo y los partidarios de la libertad constitucional”, dice la carta.
Los generales retirados criticaron a la administración Biden por «acciones dictatoriales» que eluden al Congreso, refiriéndose a decretos que anulan las políticas de la administración Trump.
También señalaron el fortalecimiento del control estatal en el ámbito online, el cierre de escuelas y negocios, así como la censura a la expresión escrita y oral de puntos de vista como ataques directos a los derechos fundamentales de los estadounidenses.
Además, la carta dice que Estados Unidos debe restaurar el control fronterizo en la frontera sur y continuar la construcción del muro.
Además, los militares retirados llamaron a China «la mayor amenaza externa de Estados Unidos» y criticaron a la administración Biden por establecer una relación de cooperación con el Partido Comunista Chino.
«Necesitamos imponer más sanciones y restricciones para frustrar su objetivo de dominación mundial y proteger los intereses de Estados Unidos», decía la carta abierta.
Además, argumenta que las fuerzas armadas del país no deben usarse como «peones políticos» para proteger al Capitolio de una «amenaza inexistente» y no deben ser obligados a «adoptar políticas políticamente correctas».
Recordemos que a finales de abril, una veintena de generales franceses retirados enviaron de manera similar una carta al presidente Emmanuel Macron, al gobierno y al parlamento, exigiendo evitar una guerra civil que, en su opinión, podría ocurrir en el contexto de una mayor «islamización» del Estado. Su llamamiento ya ha sido apoyado por decenas de miles de soldados franceses, pero rechazado tajantemente desde el gobierno.