El jefe del Gabinete de Austria fue incluido como sospechoso por la Fiscalía Económica y de Corrupción (WKStA) por supuestas declaraciones falsas a una comisión parlamentaria.
El canciller Sebastian Kurz declaró el miércoles que estaba siendo investigado por la WKStA por las declaraciones que dio sobre el llamado asunto de Ibiza que causó una crisis gubernamental anterior en 2019.
«Sabía que había un requisito legal de decir la verdad en la comisión y, por lo tanto, por supuesto, siempre respondí [las preguntas] con sinceridad», dijo Kurz.
La controversia de Ibiza que hundió al gabinete de coalición del Partido Popular de Austria, liderado por Kurz, y el Partido de la Libertad de Austria (FPO), se intensificó en mayo de 2019, justo antes de las elecciones al Parlamento Europeo.
Fue causado por un video del ex vicecanciller austriaco y líder de la FPO, Heinz-Christian Strache, discutiendo la posible adquisición del periódico Kronen Zeitung por un ciudadano letón de habla rusa para asegurar su ayuda en las próximas elecciones parlamentarias.
Según Der Spiegel y Suddeutsche Zeitung, Strache supuestamente le ofreció a la mujer contratos de construcción del gobierno a cambio de dinero y apoyo de la prensa para su partido.