Los enfrentamientos entre palestinos y la policía israelí dejaron cientos de heridos y al menos 50 personas con heridas graves el 10 de mayo, Día de Jerusalén. Los disturbios han estado sucediendo en la ciudad y sus suburbios desde hace varios días. La situación es particularmente tensa debido a la incertidumbre que rodea al gobierno israelí, ya que las fuerzas políticas del país no pueden formar un gabinete, escribe Nezavisimaya Gazeta.
Los disturbios estallaron en Jerusalén el 7 de mayo, después de que un tribunal israelí dictaminara desalojar a varias familias palestinas del vecindario Sheikh Jarrah de la ciudad y entregar la tierra a los descendientes de los judíos que solían vivir allí antes de la guerra de 1948.
Los disturbios se están produciendo en un momento único para Israel. El primer ministro Benjamin Netanyahu y su partido Likud, que ganó las elecciones parlamentarias de marzo, no han logrado formar un gobierno dentro del plazo legalmente prescrito y el presidente israelí Reuven Rivlin transfirió el derecho a crear un nuevo gabinete al partido Yesh Atid de Yair Lapid que había tomado segundo lugar en las elecciones en términos de escaños parlamentarios.
Lyudmila Samarskaya, investigadora del Instituto Primakov de Economía Mundial y Relaciones Internacionales de la Academia de Ciencias de Rusia, señaló que, dado el actual equilibrio de poder en la Knesset, cualquier posible situación de mayoría política sería inestable. Difícilmente se puede esperar que Lapid forme una coalición fuerte.
Netanyahu seguirá siendo primer ministro mientras duren las conversaciones. Al mismo tiempo, es posible que no abandone los pasillos del poder en absoluto. Primero, lo más probable es que Lapid no pueda establecer una coalición y luego, se llevarán a cabo nuevas elecciones parlamentarias. En segundo lugar, Netanyahu también puede postularse para presidente. La Knesset elegirá al sucesor de Rivlin el 2 de junio, cuando habrá quedado claro si habrá una coalición de mayoría parlamentaria o no.