Por las represión, de nuevo hubo enfrentamientos entre manifestantes y la Policía en Cali, con disparos y detonaciones.
Tras la decepción manifestada la Centra Unitaria de Trabajadores (UCT) de Colombia, en el encuentro con el gobierno de Iván Duque a propósito del paro nacional y las protestas populares que sacuden al país, la ciudad de Cali fue una vez más el escenario de la represión de la policía contra los manifestantes
De hecho, la ciudad amaneció este martes con secuelas de los enfrentamientos de la víspera entre policías y manifestantes, en el marco del Paro Nacional, lo cual dejó un saldo de 11 personas heridas; ocho de ellos indígenas, y varios vehículos incinerados.
En el Valle del Cauca y en particular en Cali, los 14 días de Paro Nacional que completa el país se han sentido con mayor intensidad desde todos los frentes.
En este sentido, a término de la Comisión de Paz del Congreso, que realizó una sesión especial en el Centro Cultural de Cali, se solicitó por unanimidad incluyendo a los congresistas del Gobierno, que el presidente Iván Duque instale la mesa de negociación con el comité del paro en Cali.
El senador Roy Barreras, presidente de la Comisión, indicó que entre las conclusiones de la jornada se identificó que en los puntos de concentración en Cali, hay centenares de jóvenes desarmados, empobrecidos, amenazados, que tienen miedo y han puesto los muertos, los heridos y los desaparecidos.
Agregó que los jóvenes han manifestado que no quieres violencia, reclaman derechos y entienden que los corredores humanitarios son indispensables.
Cali cuenta hoy con 18 bloqueos al interior y a las salidas de la ciudad, lo que la convierte en un territorio sitiado, donde la gasolina, la comida y algunos insumos han estado escaseando desde ya hace varios días.
También está la difícil situación de violencia, la ciudad suma unas 15 personas muertas desde el inicio de las protestas, decenas de heridos y lo más grave: enfrentamientos que involucran a policías vestidos de civil.
Aunque existe voluntad de diálogo para encontrar consensos en los barrios y en las comunidades, la represión ejercida por los cuerpos de seguridad contra los manifestantes cada vez se torna más grave.
Este lunes, los choques hasta horas de la noche comenzaron en el oeste de la ciudad occidental cuando el Escuadrón Móvil Antidisturbios inició el desmonte de barricadas y bloqueos de los manifestantes, por orden del presidente Duque, quien indicó esos desalojos.
Grupos de descontentos reaccionaron entonces ante esa unidad especial de la policía, mientras se escuchaba el sonido de detonaciones procedentes de otras partes de la ciudad.
Aunque se desconocía las posibles bajas entre las partes, las calles de Cali continuaban anoche sitiadas por soldados y policías, en medio de la mayor movilización militar en mucho tiempo.
Algunos manifestantes tuvieron encuentros en Siloé con la Fuerza Pública desde la tarde. De acuerdo a videos enviados por los mismos integrantes de dichos puntos, hubo cruce de disparos que se extendieron hasta finalizar el día.
También se han registrado cortes en el servicio de energía y la señal de Internet es tan débil que se volvió casi imposible hacer transmisiones en vivo como las que al principio de las marchas mostraron el asesinato de un joven grafitero que participaba en una vigilia.
Los vecinos aseguran que los cortes en esos servicios son ordenados por el Gobierno y se convierten en una mordaza para que el mundo no se entere de lo que ocurre.
En lo que va de protestas, según cifras de colectivos y organizaciones, de las 47 víctimas de homicidios durante las manifestaciones, 35 han tenido lugar en Cali
Esa situación coincide con el anuncio desde Bogotá de que las movilizaciones continuarán este miércoles, tras el fracaso del encuentro con Duque del Comité Nacional del Paro.
Según la Casa de Nariño, «una reunión exploratoria en la que no llegamos a acuerdos con el gobierno», aseguró el Comité en un comunicado luego del diálogo en la sede presidencial.
Duque instruyó a los ministros del Interior y Defensa, Daniel Palacios y Diego Molano, respectivamente, militarizar Cali y garantizar allí «el mayor despliegue que se tenga de capacidades de la fuerza pública».
Por otra parte, la policía confirmó que, con más de 80 hombres del Esmad y la Policía de Vigilancia, se logró el desbloqueo que permanecía en el sector El Ancla, en la Portada al Mar, ubicado al oeste de Cali.
Asimismo, en el sector El Lido, que durante todo el día de ayer tuvo alteraciones de orden público, también se logró la recuperación de la glorieta, donde se encontraban aproximadamente 70 personas bloqueando.
En su momento, Gabriel Velasco, senador por el Centro Democrático, advirtió que Cali vive una gran tensión y que el diálogo es lo único que va a salvar a la ciudad. “Cali está acéfala, se ha perdido liderazgo, orden, autoridad y creo que estos hechos de abuso tienen que ser investigados”, afirmó.