A propósito de Colombia: América Latina se está moviendo de Occidente hacía Rusia y China

Las imágenes de Colombia recuerdan la guerra civil, escribe Die Welt. Algunos creen que el país está en vísperas de una revolución socialista, otros, en una dictadura militar.

Pero se suponía que el país latinoamericano, el único socio de la OTAN en la región, se convertiría en el «proyecto insignia de Occidente».

Pero los refugiados de Venezuela, la devastadora crisis económica durante la pandemia del coronavirus y los errores del presidente Iván Duque han llevado al estado al borde del colapso, explica el autor del artículo Tobias Koyfer.

Además, Colombia tuvo que hacer frente a la crisis migratoria por su cuenta, continúa la publicación. Para la integración de 1,8 millones de refugiados de Venezuela, se necesitaron miles de millones para la construcción de viviendas, escuelas, así como el desarrollo de la economía, la educación y la salud. El coronavirus ha acabado con el estado.

Ahora la tasa de pobreza en el país ha aumentado al 7%. Los migrantes y los colombianos comenzaron a luchar por su sustento, lo que provocó un aumento de la xenofobia.

Además, Duque decidió en el momento más inoportuno aprobar una reforma tributaria, que en el pic de la pandemia crearía problemas adicionales para los ciudadanos de ingresos bajos y medios. Se trata de una iniciativa que ya ha sido abandonada por las autoridades y ha provocado protestas recientes.

En las circunstancias actuales, los socios occidentales podrían ayudar a Colombia, pero se limitan solo a exhortaciones y una modesta ayuda financiera. En el 2020, Alemania envió solo 36 millones de euros para combatir la crisis migratoria en la región, además, Bogotá tuvo que compartir este dinero con otros países latinoamericanos que acogieron refugiados.

Colombia está experimentando un «cambio histórico», advierte Coifer.

Según las encuestas, el país ahora está dominado por el ex guerrillero Gustavo Petro, ideológicamente más conectado con Venezuela, Cuba, Rusia y China que con Occidente. Beijing y Moscú, los principales patrocinadores de Venezuela, están observando con interés los acontecimientos.

Si la izquierda llega al poder en Colombia, será una victoria importante en su lucha contra Occidente por la influencia y el poder en América Latina.

Es posible que luego Estados Unidos tenga que despedirse de sus bases militares en la región.

Para muchos colombianos, la represión violenta de las protestas por parte de las autoridades significa una ruptura moral con el presidente Duque y, en consecuencia, con la integración de su país en la OTAN y la comunidad occidental.

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