Colombia hoy es un hervidero de protestas contra la represión, la violación de los derechos humanos, la militarización y las políticas económicas y sociales del gobierno de Iván Duque.
Bogotá, Cali, Valle de Sibundoy, Medellín, Santa Marta, Caquetá y muchos otros lugares del país, tanto en la ciudad como en el campo, son escenario de manifestaciones pacíficas.
En esta capital, en la Plaza de la Hoja, las madres mantienen un plantón desde este mediodía, mediante el cual repudian toda clase violencia y exigen respuestas ante los múltiples asesinatos de jóvenes en el contexto del paro nacional.
A esta medida de presión también se unen comunidades campesinas e indígenas, motivadas por la falta de implementación real de la Reforma Rural Integral, aseveró Federico Montes, integrante del Consejo Nacional de los Comunes.
Asimismo, la asociación de las Madres de los llamados ‘Falsos Positivos’ de Colombia, se pronuncian de manera enérgica contra el gobierno que, al decir de muchos de la oposición, hace un rictus para simular un diálogo con el pueblo.
Miles de jóvenes, protagonistas de estas jornadas de movilizaciones, inundan calles y avenidas de Bogotá en bicicleta, patinetas o patines.
Se trata de manifestaciones pacíficas que parecen no hallar el fin porque mientras el gobierno habla de dialogar, la fuerza pública, e infiltrados, arremeten contra el pueblo para deslegitimarlas, aseguran.
‘Se dialoga en la mañana para distraer y en la noche vuelven las balas’, denunció Hollman Morris, periodista y defensor de los derechos humanos.
De acuerdo con la más reciente información de Temblores ONG, organización que recaba datos sobre la violencia en el contexto del paro iniciado el pasado 28 de abril, en 10 días de protestas fueron perpetrados 39 homicidios.
Documenta, además, 278 hechos de violencia física y 12 hechos de violencia sexual cometidos por miembros de la fuerza pública.