El llamado Triángulo Norte de América Central, que consta de Guatemala, Honduras y El Salvador, ha estado plagado durante mucho tiempo por disturbios sociales, pobreza, violencia y corrupción, en parte atribuibles a décadas de intromisión de Estados Unidos en los asuntos de la región. La crisis ha provocado que muchas personas de estos países se vayan en busca de una vida mejor.
Es de «interés mutuo» de Washington, México y las naciones del Triángulo Norte de Centroamérica abordar las «causas fundamentales» de la migración de la región a Estados Unidos, dijo la vicepresidenta Kamala Harris.
En declaraciones al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, el viernes, Harris, encargado de encabezar el esfuerzo de Washington para reducir drásticamente la migración de México y las naciones centroamericanas, dijo que Washington y la Ciudad de México deben unirse para combatir la violencia y la corrupción.
López Obrador le dijo a Harris que Estados Unidos podía contar con la ayuda de México en materia de inmigración y que tenía una «propuesta específica» en mente que le gustaría discutir con el vicepresidente.
Antes de la reunión, el presidente mexicano exigió que Washington se mantuviera al margen de los asuntos internos de México después de mostrar los registros fiscales de los pagos del gobierno de Estados Unidos a un organismo de control local anticorrupción que, según dijo, estaba trabajando en contra de su administración.
«Es un acto intervencionista que violó nuestra soberanía», dijo López Obrador, y agregó que su país había presentado una nota diplomática formal de protesta ante la Embajada de Estados Unidos.
«Por eso le pedimos al [gobierno de Estados Unidos] que nos aclare esto. Un gobierno extranjero no puede proporcionar dinero a grupos políticos», enfatizó.
El organismo de control, conocido como Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, ha hecho numerosos reclamos criticando al presidente socialdemócrata y enlista públicamente a USAID como uno de sus patrocinadores financieros.
Crisis de inmigración de EE. UU.
Estados Unidos enfrenta su mayor crisis migratoria en décadas, ya que decenas de miles de migrantes intentan ingresar al país a través de la frontera sur con México. Los datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos mostraron que los agentes de la patrulla fronteriza se encontraron con más de 172.000 posibles migrantes solo en marzo.
El aumento ha llevado a las fuerzas de la patrulla fronteriza al límite y ha provocado una gran escasez de espacio para los detenidos a la espera de la deportación o, en el caso de los menores no acompañados, el reasentamiento. Los legisladores republicanos han tenido un día de campo publicando de manera oportunista imágenes de ‘niños en jaulas’ en centros de detención, del mismo tipo que los demócratas acusaron a Donald Trump de operar durante su presidencia.