La retirada de los Estados Unidos de Afganistán está en curso, y se desplegaron dos bombarderos B-52 más en la base aérea de Al Udeid en Qatar para garantizar la seguridad de las tropas estadounidenses que partían.
La retirada se siente como un abandono por parte del gobierno títere de Afganistán y sus fuerzas armadas.
Inmediatamente cuando comenzó la reducción, áreas del distrito de Burka en Baghlan quedaron bajo el control de los extremistas talibanes después de los enfrentamientos del 4 de mayo.
Los funcionarios locales trasladaron sus oficinas a otros lugares del distrito después de que los talibanes capturaran algunas partes del distrito.
Mientras tanto, Jawid Basharat, un portavoz de la policía provincial, también confirmó el incidente, diciendo:
«Las fuerzas de seguridad han hecho una retirada táctica y se están preparando para las operaciones en el distrito».
Los talibanes afirmaron haber capturado el cuartel general de la policía, la oficina del gobierno del distrito y varios puestos de seguridad.
En los dos días previos al 4 de mayo, los talibanes lanzaron grandes ataques en el distrito de Baghlan-e-Markazi de la provincia.
Por otra parte, las fuerzas de seguridad de Afganistán supuestamente lucharon contra una ofensiva de los talibanes en la provincia sureña de Helmand, dijeron funcionarios y residentes.
Attaullah Afghan, el jefe del consejo provincial de Helmand, dijo que los talibanes habían lanzado su ofensiva el 3 de mayo desde múltiples direcciones. El grupo atacó los puestos de control en las afueras de la capital provincial, Lashkar Gah, tomando algunos de ellos, dijo.
Sin embargo, el gobierno afgano está contraatacando.
El gobierno afgano dijo que había ultimado a más de 60 combatientes talibanes en una serie de ofensivas contra el grupo después de asumir el control de una base militar estadounidense clave un día antes.
«Con el respaldo de apoyo aéreo, las operaciones fueron realizadas de forma independiente por las fuerzas locales sin ninguna ayuda, cooperación o participación de tropas extranjeras», dijo Fawad Aman, portavoz del Ministerio de Defensa.
“Durante las últimas 24 horas, 62 talibanes fueron ultimados y otros 58 resultaron heridos en estas operaciones”, dijo.
Los asaltos abarcaron varias provincias en las regiones sur, noreste y este del país devastado por la guerra, con un enfoque en la provincia de Ghazni, al suroeste de Kabul y la provincia sur de Helmand, donde el ejército estadounidense entregó formalmente el control de la base del campamento Antonik al gobierno.
Aman dijo que las operaciones fueron en respuesta a las «provocaciones» de los talibanes y tenían como objetivo «destruir sus centros de planificación, utilizados para atacar a las fuerzas gubernamentales».
Mientras tanto, Zabihullah Mujahid, un portavoz de los talibanes, acusó a Kabul de «mostrar y probar su fuerza al lanzar operaciones en áreas controladas por los talibanes, lo que obligó a los talibanes a prevenir y responder».