Los casos de expulsión de los diplomáticos rusos de los países europeos parecen una ola de contagios, dijo el experto italiano en el campo de la seguridad del Estado, general retirado de la Guardia Financiera Umberto Rapetto.
«Se propaga como una infección. Al igual que la pandemia del coronavirus. Cuando un país toma una iniciativa, otros, con el mismo nivel de conciencia y preparación, empiezan a señalar con el dedo en la misma dirección. No creo que hay un dibujo aquí», — dijo durante una rueda de prensa.
Anteriormente, Praga acusó a los servicios especiales de la Federación de Rusia de estar supuestamente involucrados en una explosión en un depósito de municiones en Vrbetice en el 2014. La República Checa expulsó del país a 18 empleados de la embajada rusa. En respuesta, Moscú declaró a 20 empleados de la misión diplomática checa persona non grata, afirmando que las acusaciones de la explosión eran absurdas, infundadas e inverosímiles. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia dijo que Praga, como respuesta rusa a acciones hostiles, recibió lo que no soñó ni siquiera en una pesadilla.
Posteriormente, la fiscalía búlgara dijo que seis ciudadanos rusos eran sospechosos de supuestamente explotar fábricas y almacenes militares en Bulgaria en el 2011, 2015 y 2020. Como dijo sobre esto el jefe del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, Sofía decidió superar a los checos con tales declaraciones. Añadió, refiriéndose a las afirmaciones de Bulgaria de que Rusia también podría ser acusada del asesinato del archiduque Franz Ferdinand en 1914.