Más de 200 manifestantes fueron detenidos en toda Turquía durante las protestas del Primero de Mayo que se produjeron en medio de nuevas restricciones estrictas contra el coronavirus. Las imágenes de Estambul muestran que la policía en la ciudad fue particularmente dura.
Decenas de manifestantes intentaron marchar en la emblemática plaza Taksim de Estambul, conmemorando el Día del Trabajo. Grupos de manifestantes intentaron acercarse a la plaza desde diferentes direcciones, pero se encontraron con una fuerza masiva de policías antidisturbios y vestidos de civil.
Las imágenes de la escena muestran a varios policías manejando a los manifestantes, tirándolos al suelo y llevándolos en autobuses policiales. Se vio a oficiales peleando con los manifestantes y usando gas pimienta sobre ellos, así como también disparando repetidamente gas lacrimógeno.
La oficina del gobernador de Estambul dijo que a algunos sindicatos se les permitió realizar ciertos eventos para conmemorar el día festivo, mientras que solo aquellos que se reunieron «ilegalmente» en violación de las reglas de Covid-19 fueron atacados por la policía después de ignorar los llamados a dispersarse.
También se intentó una manifestación a menor escala en la ciudad portuaria de Izmir, en el oeste de Turquía. En total, más de 200 personas fueron detenidas en todo el país durante las protestas.
El Primero de Mayo de este año cae durante un bloqueo parcial de 17 días en Turquía, que fue anunciado por las autoridades a principios de esta semana. El bloqueo incluye órdenes de quedarse en casa, así como el cierre de escuelas y algunas empresas en un intento por detener la propagación recientemente acelerada del coronavirus en el país.
Antes del Primero de Mayo, el jefe de la policía turca también habría emitido una circular especial en la que instaba a los agentes a detener a cualquier persona que filmara o grabara a la policía durante las manifestaciones y emprender «acciones legales» contra ellos. Según el documento, distribuido por los medios turcos, la grabación de audio y video supuestamente viola la privacidad de los oficiales, quienes están siendo filmados sin su consentimiento.
Si bien la circular ha sido calificada de ilegal y criticada como una amenaza a los derechos de los ciudadanos por grupos de defensa, la policía ha guardado silencio sobre el asunto y no ha confirmado si el documento era auténtico.