La policía de Bruselas desplegó cañones de agua y gases lacrimógenos para dispersar a las personas reunidas el sábado para el festival no autorizado La Boum 2 en el parque Bois de la Cambre de la ciudad, informó el corresponsal de Sputnik desde el lugar.
Por la tarde, miles de personas acudieron al Bois de la Cambre para el festival a pesar de que estaba prohibido por las autoridades debido a las restricciones vigentes del COVID-19. Inicialmente, la policía no intervino y solo instó a la multitud a usar máscaras y mantener el distanciamiento social.
Sin embargo, más tarde ese mismo día, varios cientos de agentes de la ley rodearon a los participantes del festival en un intento de obligarlos a salir del parque. En respuesta, la gente comenzó a arrojar piedras, ramas de árboles y botellas a la policía.
Como resultado de los enfrentamientos, varias personas fueron trasladadas al hospital en una ambulancia. Un hombre perdió el conocimiento después de ser atropellado por un cañón de agua y recibió tratamiento por sus heridas.
Algunos de los participantes del festival abandonaron el parque, el resto continuaron sus intentos de reunirse en otros lugares.
Los organizadores del festival instaron a la gente a asistir al evento en las redes sociales durante la semana pasada. A pedido de las autoridades, Facebook eliminó la página el jueves, pero apareció una nueva al día siguiente. Varios miles de usuarios confirmaron su intención de acercarse al parque para participar en el festival.
El viernes, el primer ministro belga, Alexander De Croo, pidió a los ciudadanos que tuvieran paciencia y anunció que en un futuro próximo se permitirán eventos al aire libre para hasta 200 personas. Actualmente, las grandes concentraciones públicas todavía están restringidas en el país y las autoridades han advertido que ejercerán la fuerza para dispersar a las multitudes.