El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, quiere que los estadounidenses más ricos paguen su parte justa de los impuestos, pero resulta que se han convertido en uno de los principales beneficiarios de su presidencia.
El patrimonio neto combinado de las 100 principales personas ultrarricas de Estados Unidos se ha disparado en 195.000 millones de dólares desde que Biden asumió el cargo, según los cálculos de Bloomberg. Desde su elección hasta su toma de posesión, agregaron $ 267 mil millones a sus fortunas, elevando su ganancia total a $ 461 mil millones desde el 4 de noviembre.
El aumento de la riqueza de los multimillonarios en los primeros 100 días de la presidencia de Biden representa alrededor del 20% de la reserva de efectivo que esos multimillonarios acumularon entre la toma de posesión de Trump y las elecciones de 2020. Según datos de Bloomberg, se enriquecieron en 860.000 millones de dólares durante ese período.
Las ganancias se basan en gran medida en enormes medidas de estímulo para ayudar a la economía a mitigar la crisis del coronavirus, que resultó en un repunte del mercado de valores. Además de las medidas por valor de billones acordadas por Trump, Biden aprobó otro paquete de estímulo de 1,9 billones de dólares. Eso dio otro impulso a las acciones, con los índices S&P 500 y Dow Jones saltando alrededor del 10% desde la inauguración de Biden.
Los jefes de los gigantes de la tecnología y el comercio electrónico como Amazon y Facebook fueron los mayores ganadores, tanto en el punto álgido de la pandemia como durante el último repunte del mercado de valores. El patrimonio neto colectivo de los multimillonarios estadounidenses ha aumentado un 55% en los últimos 13 meses, alcanzando los $ 4.56 billones, según un informe del Instituto de Estudios Políticos y Estadounidenses por la Equidad Fiscal.
Sin embargo, Biden ahora quiere que el 1% más rico de los estadounidenses y las corporaciones «paguen su parte justa», dijo a principios de esta semana. Quiere traer “miles de millones de dólares” a la economía y propone llevar la categoría impositiva máxima para quienes ganan $ 400,000 o más al 39.6% y aumentar los impuestos sobre las ganancias de capital para quienes ganan más de $ 1 millón al año.