Un organismo cuestiona los motivos de la “ayuda humanitaria” de EE.UU. a Venezuela en 2019, y revela los objetivos de la oposición y sus aliados.
En febrero de 2019, el opositor Juan Guaidó —autoproclamado de manera inconstitucional “presidente interino” del país bolivariano con el apoyo de Washington y algunos aliados— informó de la entrada de un cargamento de ayuda humanitaria de EE.UU. al país, pese a la negativa del presidente venezolano, Nicolás Maduro.
No obstante, las autoridades venezolanas y las fuerzas de Seguridad leales al jefe del Estado impidieron que el convoy cruzara la frontera, al calificarlo de un plan de agresión militar con el que Washington buscaba materializar su objetivo, o sea derrocar al Gobierno democráticamente electo de Maduro.
Al respecto, un organismo de supervisión del Gobierno estadounidense ha cuestionado los métodos usados en un plan de la Agencia de EE.UU. para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) para ofrecer ayuda humanitaria a Venezuela en 2019, según informó el jueves la agencia estadounidense de noticias Associated Press (AP).
El organismo promocionó este acto como el principio del fin de Maduro e hizo hincapié en que con el apoyo de mandatarios extranjeros y bajo las órdenes de Guaidó, los activistas de la oposición se congregaron en Colombia para enviar y distribuir en Venezuela las provisiones de Washington, para ejercer presión sobre Maduro en vez de simplemente brindar ayuda a los venezolanos.
La investigación señala que EE.UU. envió productos de forma innecesaria en aviones de carga C-17 de la Fuerza Aérea, en lugar de opciones más económicas. Además, declara que mandó alimentos para combatir la desnutrición infantil, a pesar de que los propios expertos de la USAID habían determinado que la condición nutricional de los niños en Venezuela no ameritaba su uso en ese entonces.
Según la fuente, la USAID gastó 2 millones de dólares entre enero y abril de 2019 para trasladar 368 toneladas de provisiones de emergencia a la isla caribeña de Curazao y a la frontera Colombia-Venezuela.
Sin embargo, el plan estadounidense fracasó, debido a varios errores de cálculo de la Administración de estadounidense, entonces presidida por Donald Trump, en su política hacia el país sudamericano, manifiesta el informe.
De acuerdo con el informe, unos meses después, cuando se perdía la atención mediática y se desvanecía la lucha de Guaidó por derrocar a Maduro, la Casa Blanca modificó discretamente la ayuda, y sólo ocho toneladas entraron a Venezuela. Las 360 toneladas restantes fueron repartidas en Colombia o enviadas a Somalia.