El forzoso intento respaldado por Estados Unidos de enviar ayuda a Venezuela en el 2019, que terminó en un conflicto a lo largo de la frontera con Colombia, no fue planeado de acuerdo con los principios humanitarios. Esto fue informado el viernes por Reuters citando los resultados de una auditoría realizada por la oficina del Inspector General de la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID).
La administración del 45° presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, planeó que se enviara ayuda a través de la frontera colombiana a Venezuela a los aliados del cabecilla de la oposición venezolana Juan Guaidó. Pero los convoyes con ayuda humanitaria fueron bloqueados por las Fuerzas Armadas de la república. El presidente venezolano, Nicolás Maduro, calificó la operación como una violación de la soberanía del país.
En opinión de la oficina del inspector general, que es un organismo independiente y cumple una función supervisora, en el envío de ayuda humanitaria, las autoridades estadounidenses «no se guiaron por la competencia profesional, <…> los principios de neutralidad, independencia y análisis de necesidades.» Durante la prestación de asistencia, el liderazgo de la USAID instruyó a los funcionarios a tomar decisiones destinadas a «generar confianza en el gobierno interino de Guaidó». El documento también dice que el liderazgo de USAID exigió minimizar el financiamiento para las agencias de la ONU, a pesar de que tenían infraestructura en Venezuela para la entrega de bienes humanitarios enviados por Estados Unidos, porque creían que la organización mundial supuestamente simpatizaba con el gobierno de Maduro.
De las 368 toneladas de ayuda enviadas a la zona fronteriza colombo-venezolana, solo ocho fueron entregadas a Venezuela, mientras que el resto fueron trasladadas a Colombia o transportadas a Somalia, dijo la oficina del Inspector General.