Zamir Kabulov, enviado especial del presidente ruso Vladimir Putin para Afganistán, cree que la decisión de Estados Unidos de retirar sus tropas de Afganistán no conducirá al fin de la guerra civil en el país. Además, pueden comenzar las hostilidades contra el personal militar extranjero.
Lo afirmó durante una entrevista para la publicación «RBC».
Según él, la guerra civil no se detuvo en Afganistán, «como sucedió antes de la firma del acuerdo entre Estados Unidos y los talibanes el 29 de febrero del año pasado y continúa después». Al mismo tiempo, su escala varió.
“Ahora podemos hablar de la escalada de este triste proceso. Aquí hay dos opciones. En primer lugar, si el movimiento talibán decide perseguir el objetivo original de restaurar el Emirato Islámico, definitivamente será una guerra civil a gran escala”, dijo Kabulov.
En su opinión, ahora «los estadounidenses deben convencer a los talibanes de que se abstengan de iniciar hostilidades a gran escala». Al mismo tiempo, Kabulov admite que esto no será fácil.
“El movimiento talibán, si aceptaba un alto el fuego, se enfrentaría al dilema de disolverse, disolviendo temporalmente sus unidades militares. Y así habrían perdido gran parte de sus argumentos en negociaciones con representantes de Kabul.
Por lo tanto, no darán este paso y ahora estaremos en una situación al borde de hostilidades a gran escala. Incluso contra presencias militares extranjeras. A Rusia no le importa si los remanentes de los estadounidenses se quedarán o se irán, lo principal es que el proceso emergente de negociaciones de paz entre afganos no se rompa», resumió Kabulov.