El año pasado para esta fecha toda la gasolina era importada y un año después toda la necesaria se produce en Venezuela, informa un experto petrolero venezolano.
“Las refinerías eran chatarras en 2020, hoy, la refinería El Palito [Carabobo, centro] está prácticamente arrancando con una reparación mayor que queda como una refinería nueva”, señaló el martes David Paravisini, profesor de políticas públicas energéticas de la Universidad Bolivariana de Venezuela, en una entrevista concedida a la agencia rusa de noticias, Sputnik.
El experto ha resaltado que el Gobierno bolivariano ha tomado medidas adecuadas para recomponer la industria petrolera venezolana.
En julio de 2020 y en el marco de cooperaciones bilaterales entre Irán y Venezuela, Caracas logró reiniciar la producción de gasolina en su refinería Cardón, semanas después de que Irán enviara equipos al país latinoamericano para reparar las refinerías paralizadas a raíz del bloqueo impuesto desde América del Norte.
El profesor de la Universidad Bolivariana de Venezuela ha hecho referencia a los problemas internos de Estados Unidos, y ha resaltado que este país busca excusas en el exterior, declarando guerra no solo contra Venezuela sino contra otros países como Rusia, China e Irán, porque se ha agotado su oferta demagógica.
Desde 2017, EE.UU. presidido por el expresidente Donald Trumo aseveró la hostilidad contra Venezuela, imponiendo más de 150 sanciones contra Caracas con el objetivo de derrocar el Gobierno legítimo de Nicolás Maduro. La máxima presión de Donald Trump resultó en que Venezuela se enfrentase a una severa escasez de combustible, puesto que su producción petrolera llegó a un mínimo histórico.
En plena crisis y con el objetivo de paliar la escasez, la República Islámica de Irán envió, entre mayo y junio de 2020, alrededor de 1,5 millones de barriles de gasolina y aditivos a Venezuela, esto cargado en cinco petroleros con bandera iraní.
La Administración del expediente estadounidense, Donald Trump, trató de detener los envíos de gasolina iraní a Caracas, la capital de Venezuela, pero optó por no interceptar a los barcos iraníes ante las amenazas de Teherán de tomar represalias.