El Ministerio de Relaciones Exteriores de Japón ha emitido su informe anual del “Libro Azul” diplomático, que dice que Tokio continuará las consultas con Rusia sobre la base del principio de que los llamados «territorios del norte», las islas Kuriles del sur, deben entregarse a Japón, y después de eso, los dos países firmarán un acuerdo de paz, escribe Nezavisimaya Gazeta.
El director del Centro de Estudios Japoneses del Instituto de Estudios Orientales de la Academia de Ciencias de Rusia, Valery Kistanov, señaló que «el Libro reitera una vez más que la soberanía de Japón se extiende a las cuatro islas».
La diferencia en las posiciones de Tokio y Moscú es clara, subrayó el experto. Japón dice que está dispuesto a mantener conversaciones sobre tratados de paz basadas en una solución para el problema de los «territorios del norte», mientras que Moscú afirma: «No estamos en conversaciones territoriales con Japón, estamos en conversaciones sobre un tratado de paz». La pregunta razonable es: ¿de qué se tratan después de todo?
«Por otro lado, no tenemos otros problemas con Japón, excepto el territorial», continuó diciendo Kistanov. «Las conversaciones de inversión están en curso. Los japoneses están dispuestos a participar en proyectos de petróleo y gas en el norte de Rusia, en la península de Yamal», señaló.
En lo que respecta a Rusia, la posición de Japón siempre ha sido más flexible que la de Occidente. Primero, Japón no quiere ser visto como un país que Estados Unidos controla por completo. En segundo lugar, Japón está muy preocupado por los estrechos vínculos de defensa de Rusia con China.
«Los japoneses son reacios a facilitar estos lazos y buscan mantener relaciones fluidas con Moscú», explicó el comentarista.