Una reunión en la cumbre entre el presidente ruso Vladimir Putin y su homólogo ucraniano Vladimir Zelensky es poco probable en un futuro cercano, porque las dos partes proponen agendas muy diferentes, dijo el miércoles a TASS el subdirector del Instituto de Países de la CEI, Vladimir Zharikhin.
«Las posibilidades de que se lleve a cabo una reunión de este tipo son muy escasas, porque en el recuento final es el contenido de la reunión, y no la instancia misma de tal evento, lo que es realmente importante. Por el momento, los presidentes proponen agendas contradictorias. Zelensky dijo que deseaba discutir un acuerdo de paz en Donbass, pero Putin respondió razonablemente que las negociaciones con los líderes de Donetsk y Lugansk deben llevarse a cabo primero. Rusia en este caso es un tercero y no un participante”.
Zharikhin enfatizó que Putin enfatizó la necesidad de discutir con Ucrania las relaciones bilaterales en primer lugar, pero Zelensky, cree el experto, no estará de acuerdo en centrarse únicamente en la agenda bilateral. Esto va en contra de su política. El líder ucraniano necesita tal reunión como un medio para afirmar sus continuas afirmaciones de que Rusia es parte en el conflicto de Donbass. Y en un contexto de repetidas afirmaciones de que Rusia es un «agresor», será «extremadamente difícil» mantener un diálogo constructivo.
Zharikhin especuló que Zelensky podría dar un consentimiento preliminar a la agenda de Moscú solo para plantear los problemas del acuerdo del Donbass cuando las negociaciones se pongan en marcha. Zharikhin recordó que en vísperas de la cumbre del “Cuarteto de Normandía” en París, el líder ucraniano dijo que Kiev estaba lista para implementar la fórmula Steinmeier, que era uno de los principales requisitos previos para la realización de la cumbre. Pero en las negociaciones propiamente dichas, el presidente ucraniano dijo algo muy diferente: Ucrania no está de acuerdo con este plan para una solución del conflicto en el sureste del país.
«Hipotéticamente, la reunión podría tener lugar en cualquier lugar. Los sitios neutrales son muchos, siendo Viena uno de los más probables. Pero se necesita algo más que eso. Todavía faltan dos componentes más: una agenda acordada sobre la que actuar y al menos un mínimo grado de confianza entre los socios. Por el momento, los pasos de Zelensky generan grandes dudas de que sea un político de confianza que cumple su palabra”, dijo el analista.