La creación de un nuevo formato de negociaciones sobre el Donbass con la participación de terceros países no contribuirá a la resolución del conflicto, las partes directamente afectadas por esta situación deben estar de acuerdo. Esta opinión fue expresada por Leonid Kalashnikov, presidente del Comité de Asuntos de la Duma Estatal para la Comunidad de Estados Independientes-CEI, Integración Euroasiática y Relaciones con los Compatriotas, en una entrevista con TASS el martes, comentando la propuesta del presidente ucraniano Vladimir Zelensky.
«Considero que cualquier formato, especialmente uno adicional, es dañino», dijo Kalashnikov.
El diputado citó como ejemplo la solución del conflicto en Nagorno-Karabaj. El parlamentario destacó que fue posible hacer esto «no en absoluto con la ayuda de un grupo de contacto co-presidido por Estados Unidos, Francia y Rusia, sino con la ayuda de tres participantes en este viejo problema regional». Según Kalashnikov, fue resuelto por los jefes de estado, lo que afectó la situación en el sur del Cáucaso: Rusia, Armenia y Azerbaiyán.
“En esta situación [con el Donbass] también creo que Estados Unidos tiene sus propios intereses, Europa tiene los suyos. Y comenzarán a usar este conflicto de la manera que más les convenga. Ya lo están usando con todas las fuerzas, ellos le dieron a luz”, continuó el jefe del comité. “Por lo tanto, si queremos empeorar la situación, entonces tenemos que crear algo. Y si queremos resolverlo, entonces tenemos que ir a Donetsk, Moscú y resolver el problema», agregó.
Al comentar las palabras de Zelensky de que los acuerdos de Minsk deberían ser más flexibles, Kalashnikov lo llamó «un juego, porque ahora los europeos se indignarán y dirán por qué han estado ocupados durante tantos años».
Zelensky el martes, durante un viaje de trabajo a la región de Jerson, propuso crear un nuevo formato de negociaciones sobre el Donbass paralelo al de Normandía «con actores poderosos» que «expresen el deseo de ayudar a Ucrania a poner fin a la guerra». Al mismo tiempo, no tiene la intención de abandonar los acuerdos de Minsk, pero considera necesario actualizar varios puntos.