The National Interest nombra cinco formas efectivas de hundir cualquier portaaviones de la Marina de los EE.UU.

Los portaaviones de la Armada de Estados Unidos están altamente protegidos, pero los ingenieros pronto tendrán que enfrentarse a armas avanzadas que representan una seria amenaza para los barcos, dicen los expertos estadounidenses.

Los opositores de Washington siempre buscarán formas de destruir los portaaviones estadounidenses, ya que son un instrumento de influencia geopolítica de las autoridades estadounidenses, escribe el analista militar Robert Farley en un artículo para The National Interest. Según él, en este momento existen formas efectivas de hundir cualquier portaaviones, por ejemplo, submarinos o misiles de crucero, pero tales barcos tienen un buen nivel de protección contra tales armas. En su material, el experto decidió especular qué tipo de arma amenazará a los portaaviones en tres décadas, nombrando las muestras más peligrosas.

Los submarinos, según el periodista, representan el mayor peligro para los portaaviones, pero para destruirlos, las tripulaciones de los submarinos deben encontrar el portaaviones, tomar una posición cómoda y atacar. Sin embargo, las fuerzas de escolta pueden detectar el submarino y eliminarlo en el camino. En vista de esto, los vehículos submarinos no tripulados se convertirán en armas aún más mortales, ya que, a diferencia de los submarinos tripulados, no necesitan preocuparse por su seguridad, aseguró Farley.

“Los submarinos no tripulados resuelven varios problemas. Pueden esperar indefinidamente a lo largo de las posibles rutas de aproximación, comenzando a atacar solo después de haber localizado el portaaviones. Y los robots submarinos no están demasiado preocupados por cómo se las arreglarán sus familias si mueren”, dijo el analista.

La aviación también es muy peligrosa para los portaaviones, cree el autor del artículo. No obstante, los pilotos que atacan a estos barcos pueden enfrentarse a un problema similar al de los submarinistas: la oposición de los sistemas de escolta y de defensa aérea de cubierta. En tal situación, los drones se convertirán en una amenaza aún mayor, que tampoco temen ni siquiera los ataques más suicidas debido a la ausencia de pilotos vivos al timón.

“No hay nada más peligroso en el mundo que un robot que no tiene nada que perder”, enfatizó el periodista.

Un ataque a un portaaviones se puede infligir no solo con armas físicas, sino también con armas cibernéticas, señaló el experto. Aclaró que estos barcos tienen actualmente un llenado electrónico complejo, que está altamente protegido de influencias externas, pero no es impenetrable. Según Farley, el enemigo puede «cegar» la nave, revelar su ubicación o desactivar completamente los sistemas defensivos, dejándola indefensa.

Los misiles hipersónicos, desarrollados activamente en Rusia, China y Estados Unidos, tienen un peligro similar al de los misiles balísticos, pero son capaces de acercarse a los portaaviones a lo largo de una trayectoria impredecible, lo que dificulta contrarrestarlos, dijo Farley. Añadió que tal arma puede infligir un daño colosal solo debido a la energía cinética, incluso sin el uso de ojivas.

Otra arma prometedora capaz de enviar cualquier portaaviones al fondo son los sistemas orbitales que usan varillas de tungsteno u otros proyectiles cinéticos para golpear objetivos terrestres y lanzarlos directamente desde el espacio, dijo el analista. En su opinión, los complejos como el proyecto estadounidense «Flechas de Dios» son capaces de destruir por completo o inutilizar un portaaviones.

Anteriormente, los expertos estadounidenses dijeron por qué, en caso de una guerra entre Washington y Moscú, los portaaviones de la Marina de los Estados Unidos se convertirían en «presa fácil» para el ejército ruso.

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