La reciente cumbre climática virtual, reunida por iniciativa del presidente estadounidense Joe Biden, se ha convertido en un evento importante para el mundo entero. Washington dejó en claro a los países en desarrollo: o construyen una economía verde a sus propias expensas, o pagarán tarifas a los países desarrollados por las emisiones nocivas, escribe Vedomosti.
Según el periódico, aunque Biden prometió duplicar la cantidad de financiamiento para proyectos verdes en países en desarrollo para el 2024, los $ 5.7 mil millones anunciados no serán suficientes para resolver por completo el problema «verde» de las economías subdesarrolladas.
Al observar el ritmo de desarrollo de las tecnologías verdes del mundo, es obvio que los países desarrollados están a la cabeza, ya que financian activamente fuentes de energía renovable, construyen plantas de energía solar y eólica, reducen el uso de carbón y aumentan el uso de vehículos eléctricos, dijo el jefe del departamento de análisis de AMarkets, Artem Deev al periódico.
«Estados Unidos y la UE están pidiendo declarativamente a otros países que paguen por el hecho de que aún no cuentan con tecnologías suficientemente desarrolladas. En términos generales, los países desarrollados construirán sus economías de cero emisiones a expensas de todos los demás», agregó el experto.
El investigador principal del Instituto de Estudios de Estados Unidos y Canadá, Vladimir Vasiliev, dijo a Vedomosti que el patrocinio de proyectos ecológicos internacionales por parte de Estados Unidos sería muy limitado.
«Los estadounidenses hoy en día no tienen grandes oportunidades para financiar tales proyectos. Esto quedó bien demostrado durante el mandato de Trump, cuya administración se retiró del Acuerdo de París en gran parte por este motivo», dijo el experto.
Vasiliev confía en que la ayuda financiera de Estados Unidos se utilizará como palanca de presión sobre los países en desarrollo, proporcionando a su provisión diversos requisitos y condiciones.