Anteriormente, las autoridades checas acusaron a la agencia de inteligencia rusa GRU de orquestar la explosión en un almacén de municiones y expulsaron a 18 diplomáticos rusos del país. Moscú negó las acusaciones y respondió con un paso recíproco expulsando a 20 diplomáticos checos.
El presidente checo, Milos Zeman, advirtió en contra de sacar conclusiones precipitadas cuando se trata de la causa de la explosión en el almacén de municiones cerca de Vrbetice en 2014 y pidió esperar hasta que concluya una investigación oficial sobre el asunto. Destacó que la investigación aún está en curso y que aún no se puede descartar un accidente.
El presidente, en un discurso extraordinario a la nación el 25 de abril, afirmó además que los informes de contrainteligencia, incluso aquellos que no están disponibles para el público, en los últimos seis años nunca han mencionado nada sobre dos agentes de inteligencia militar rusa (GRU) posiblemente responsables de la explosión en Vrbetice. Agregó que los informes del Servicio de Información de Seguridad del país nunca mencionaron que dos supuestos agentes de GRU, a quienes el gobierno checo culpó recientemente por la explosión, alguna vez habían visitado el almacén en Vrbetice.
Zeman señaló que trata ambas versiones, un accidente y una operación de agentes extranjeros, con seriedad y dijo que ambas deben ser investigadas a fondo. El mandatario agregó que los recientes hechos podrían ser un «juego» que involucre servicios especiales que puede tener serias repercusiones para la República Checa.
Disputa diplomática entre Praga y Moscú por la explosión de Vrbetice
Las declaraciones explosivas de Zeman se producen una semana después de que el gobierno checo acusara a Rusia de estar detrás de la explosión en el almacén de municiones de Vrbetice. Praga también afirmó que la explosión fue organizada por dos presuntos agentes del GRU llamados Alexander Petrov y Ruslan Boshirov.
Los dos fueron acusados previamente por las autoridades británicas de llevar a cabo un presunto ataque con un agente tóxico contra el exagente del GRU Sergei Skripal, pero negaron rotundamente ser agentes del GRU o estar involucrados de alguna manera en el envenenamiento de Skripal.
Tras las acusaciones del gobierno checo el 17 de abril, Praga expulsó a 18 diplomáticos rusos y eliminó a la empresa estatal rusa Rosatom de la lista de candidatos para la construcción de un nuevo reactor en la central nuclear de Dukovany.
Moscú ha negado rotundamente las acusaciones de Praga y ha vinculado las acciones de la República Checa a una nueva ola de histeria antirrusa iniciada y dirigida por Estados Unidos. Rusia respondió a la expulsión de sus diplomáticos de forma recíproca, enviando a 20 diplomáticos checos. Praga también puede caer bajo las condiciones de una ley recientemente anunciada que prohíbe a las embajadas de países «hostiles» contratar ciudadanos rusos.