El problema de la Región Autónoma Uygur de Xinjiang (XUAR) en el noroeste de China no está relacionado con el incumplimiento de las libertades religiosas o la violación de los derechos humanos y concierne directamente a la lucha internacional antiterrorista. Esta declaración del ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, se publicó el sábado en el sitio web del Ministerio de Relaciones Exteriores.
«Los problemas de Xinjiang no están relacionados con los derechos humanos, asuntos nacionales o religiosos. Están directamente relacionados contra el terrorismo, el separatismo y el extremismo», dijo Wang Yi durante una videoconferencia con representantes del Consejo de Relaciones Exteriores de Estados Unidos.
Como explicó el ministro chino, Beijing ha tomado una serie de medidas para reprimir las actividades terroristas en la Región Autónoma Uygur de Xinjiang.
«Invitamos a amigos los estadounidenses a visitar Xinjiang y ver qué es realmente. No crean mentiras y chismes», resumió Wang Yi durante una videoconferencia con representantes de una de las organizaciones analíticas estadounidenses más autorizadas en el campo de la política internacional.
Xinjiang es el hogar de una de las minorías nacionales más grandes de China: los uigures, la mayoría de los cuales son musulmanes. Según el gobierno de la República Popular de China, los grupos separatistas asociados con el terrorismo internacional operan en esta región.
Occidente ha intensificado la presión sobre China después de que la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos anunciara en agosto del 2018 la llegada de datos que pueden indicar la detención ilegal de hasta 1 millón de miembros de esta etnia en supuestos «campos correccionales de Xinjiang».