Andre Ballin, columnista del periódico austriaco Der Standard, dijo que Estados Unidos está siguiendo una política de doble rasero.
Por un lado, están tratando de detener el proyecto “Nord Stream 2” imponiendo sanciones contra todos los que tengan una relación incluso indirecta con el gasoducto ruso, incluidas las empresas alemanas Uniper y Wintershall, la francesa Engie, la británica-holandesa Royal Dutch Shell y La empresa austriaca OMV, con Por otro lado, ellos mismos están comprando activamente a Rusia una fuente de energía igualmente importante: el petróleo.
Al mismo tiempo, Moscú ya se ha convertido en el tercer mayor proveedor de «oro negro» de Estados Unidos.