El 16 y 17 de abril, tres ataques tuvieron como objetivo a oficiales de inteligencia sirios y ex rebeldes en la provincia sureña de Daraa.
El primer ataque tuvo como objetivo a Yasin Juma’a al-Aboud. Hombres armados no identificados dispararon y mataron al ex rebelde, conocido como «al-Nisr» [el Águila], en una carretera que une los poblados de Om Elmiathin y Elnaymah en el este de Daraa el 16 de abril. Al-Aboud, un ex combatiente del “Ejército Sirio Libre”, se unió al proceso de reconciliación en el 2018. Desde entonces, había estado al frente de una unidad de la 4° División del Ejército Árabe Sirio.
El segundo ataque tuvo como objetivo a dos oficiales de la Dirección de Inteligencia Militar. Los agentes, identificados como Wassim Mahmood Na’im de Masyaf y Sakhr Fou’a Suliman de Jableh, fueron asesinados a tiros por hombres armados no identificados cerca del poblado de Nawa, en el oeste de Idlib, a última hora del 16 de abril.
El tercer ataque tuvo como objetivo al ex rebelde Amir al-Nasar. Un terrorista suicida atacó al hombre en la ciudad de Namar, en el norte de Daraa, a principios de abril del 17 de abril. Al-Nasar, que resultó herido en el ataque, se unió a la reconciliación en 2018 y ahora trabaja para la Dirección General de Inteligencia.
Ningún grupo se ha atribuido todavía la responsabilidad de ninguno de los ataques. Es probable que los tres ataques no estuvieran vinculados o llevados a cabo por el mismo bando. El grupo terrorista ISIS sigue siendo un sospechoso principal, especialmente en el ataque suicida contra al-Nasar en Namar.
La situación en Daraa ha estado fuera de control durante más de un año. Las fuerzas gubernamentales y los combatientes locales hicieron inmensos esfuerzos para asegurar la región. Sin embargo, hasta ahora se ha logrado muy poco.