El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, anunció la fecha límite para la retirada de las tropas de la OTAN de Afganistán, el 11 de septiembre del 2021, el vigésimo aniversario de los ataques terroristas del 11 de septiembre en los Estados Unidos, que fueron la razón de la invasión del país por Washington. La decisión del presidente estadounidense amenaza con interrumpir otra importante iniciativa de Washington, la conferencia de Estambul, que está preparada para dar nueva vida al proceso de paz afgano, escribe Kommersant. Tras conocer la noticia sobre el aplazamiento de la fecha de retirada de las tropas del 1 de mayo al 11 de septiembre, los talibanes anunciaron que se negaron a participar en cualquier evento internacional hasta que Estados Unidos cumpliera los acuerdos.
La conferencia sobre Afganistán en Estambul comenzará el 24 de abril en lugar del 16 de abril como se anunció anteriormente, según Izvestia. Sin embargo, todavía no está claro si los delegados de los talibanes (proscritos en Rusia) asistirán. Los talibanes insinuaron que no participarán en ninguna conversación mientras haya al menos un soldado estadounidense en Afganistán. Los problemas no terminan aquí: en Estambul, se espera que el gobierno afgano elabore un programa único de reconciliación. Sin embargo, ahora parece más una ilusión que una hoja de ruta real sobre un asentamiento. El consentimiento de Moscú para participar en este evento también se basará en un plan claro y una agenda específica, admitió Zamir Kabulov, el enviado especial del presidente de la Federación de Rusia para Afganistán, en una entrevista con Izvestia.
Según Kommersant, si la conferencia de Estambul resultara un fracaso, sería un golpe para la imagen de Washington. Una fuente diplomática dijo al periódico que el éxito de la conferencia de Estambul dependerá en gran medida de si habrá tiempo suficiente para desarrollar una decisión integral. El experto ruso en Asia Central Arkady Dubnov señala que ahora los talibanes utilizan tácticas bien conocidas: «negociar hasta el final y amenazar con usar la violencia». Señaló que el 11 de septiembre es una fecha límite insultante para los talibanes, ya que esto es un recordatorio de que eran responsables de albergar al notorio ex líder de al-Qaeda, Osama bin Laden, que había planeado el ataque contra Estados Unidos. No se debe esperar una reconciliación completa de los talibanes y, además, en caso de que el grupo intensifique los ataques contra las fuerzas de la OTAN y las tropas del gobierno de Afganistán, el plazo del 11 de septiembre se extenderá nuevamente.