El grupo terrorista Hay’at Tahrir al-Sham (HTS), afiliado a Al-Qaeda, y sus aliados continúan violando el alto el fuego en la región noroccidental de la provincia siria de Idlib, que fue negociado por Rusia y Turquía hace más de un año.
El 13 de abril, los extremistas de la sala de operaciones de al-Fateh al-Mubeen dirigida por Hay’at Tahrir al-Sham atacaron a las tropas del Ejército Árabe Sirio cerca del poblado de al-Hakorh en el noroeste de Hama. Un vehículo fue destruido con un misil guiado antitanque.
Según fuentes de la oposición, tres agentes murieron en el ataque. Una de las presuntas víctimas fue identificada como el teniente Sumar As’ad Murshid.
El 14 de abril, los extremistas de al-Fateh al-Mubeen bombardearon varias posiciones del Ejército Árabe Sirio en el monte al-Akrad en el norte de Lataquia. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos con sede en Londres afirmó en un informe que supuestamente dos soldados del Ejército Árabe Sirio murieron en el bombardeo. Esto aún no se ha verificado.
El del Ejército Árabe Sirio respondió a estas violaciones bombardeando las posiciones de los extremistas en la provincia de Idlib, principalmente en el monte al-Zawiya en el sur de Idlib. Es probable que pronto se produzca una respuesta más seria de las Fuerzas Aeroespaciales Rusas.
Más de un año después del acuerdo ruso-turco, que se firmó el 5 de marzo de 2020, la provincia de Idlib aún está lejos de ser estable. El principal factor desestabilizador en la región es la Sala de Operaciones de al-Fateh al-Mubeen, que está respaldada indirectamente por la propia Ankara.