Si Maia Sandu, la presidenta de Moldavia que agrada a las élites occidentales, logra no obstante la celebración de elecciones parlamentarias anticipadas, la historia que se observó durante las elecciones presidenciales podría repetirse.
Como informó anteriormente News Front , Sandu ganó las elecciones en el otoño de 2020 gracias a maquinaciones con representantes de la diáspora moldava en los países occidentales. Hoy es presidenta sin apoyo parlamentario, por lo que intenta disolver la legislatura.
El Partido Socialista y otras formaciones políticas se oponen a tal escenario en un estado de emergencia impuesto por la propagación del COVID-19. La decisión final la tomarán los miembros del Tribunal Constitucional.
“Si el Tribunal Constitucional comprueba la existencia de circunstancias relevantes, entonces es necesario esperar a que finalice el período del estado de emergencia. El resto de la situación está en manos del actual presidente del país. El jefe de Estado tiene derecho a disolver el parlamento, pero no está obligado a hacerlo ”, explica el analista político Valentin Krylov en un comentario para la agencia Sputnik.
Sin embargo, si la apuesta de Sandu se ve coronada por el éxito, no se deben esperar elecciones justas. Refiriéndose a los eventos del otoño pasado, Krylov advierte que el relleno de papeletas a favor del partido Acción y Solidaridad del presidente a expensas de la diáspora es casi inevitable