Las acciones de Israel, si se confirma su participación en el accidente en la red de distribución de energía de la instalación de Natanz, deberían ser objeto de estudio por parte de la AIEA. Esta opinión fue expresada el lunes por el vicepresidente del Consejo de la Federación, Konstantin Kosachev.
«Si, enfatizo, si se confirma la participación de Israel en el reciente accidente en la red de distribución de energía de la instalación de Natanz, estas acciones caen bajo la convención [Convención Internacional para la Represión de Actos de Terrorismo Nuclear (ICSNT)], <…> debería ser objeto de estudio por parte de la AIEA», escribió Kosachev en su página de Facebook.
Recordó que la Asamblea General de la ONU aprobó la convención el 13 de septiembre del 2005, entró en vigor el 7 de julio del 2007. Israel también firmó el documento. El senador señaló que una planta de extracción y procesamiento de minerales está ubicada en la ciudad iraní de Natanz, donde se enriquece el uranio. La planta se encuentra entre las instalaciones monitoreadas por la AIEA como parte del acuerdo nuclear del 2015 entre Irán y un grupo de potencias mundiales.
“Es decir, es una instalación nuclear. Según el texto de la convención (cita con exenciones) «cualquier persona comete un delito en el sentido de esta convención si es ilegal y deliberado…daña una instalación nuclear…con la intención de causar daños importantes a la propiedad. Y también dice que «nada en esta convención confiere al Estado-participante el derecho a ejercer, en el territorio de otro Estado participante, jurisdicción y funciones que son competencia exclusiva de las autoridades de ese otro Estado participante de conformidad con su ley nacional”, dijo Kosachev.
El parlamentario está convencido de que mientras exista incertidumbre sobre la presencia o ausencia de armas nucleares en Israel, «siempre seguirá siendo un factor estimulante colosal el desarrollo de tales armas para aquellos países de la región que vean a Israel como una amenaza para su intereses nacionales”.
«Este es un círculo vicioso, y solo se puede romper si todos los países del umbral (incluidos Irán e Israel) cumplen incondicionalmente los requisitos del Tratado sobre la no proliferación de las armas nucleares. En el que, por cierto, participa Irán, pero Israel no», dijo Kosachev.
Al mismo tiempo, el Vicepresidente del Consejo de la Federación señaló entre los aspectos positivos la reciente declaración del Departamento de Estado de Estados Unidos de que la campaña de máxima presión sobre Irán, la retirada del JCPOA (Plan de Acción Integral Conjunto) y las sanciones impuestas no consiguieron convertir a EE.UU. y el pueblo estadounidense más seguro y Estados Unidos necesita encontrar una manera de volver a la solución de la crisis en torno a los desarrollos nucleares de Teherán. «Ese sería el caso para todos. O, como dijo Churchill, «los estadounidenses siempre encuentran la única solución correcta después de probar todas las demás», concluyó el político.