Las empresas británicas que han suministrado sus productos al mercado europeo ahora enfrentan pérdidas debido a que las nuevas regulaciones aduaneras generan burocracia, altos costos de transporte y retrasos en las entregas.
Según los datos de la Cámara de Comercio, citados por Bloomberg, el 41% de las empresas reportan una disminución en los ingresos por exportaciones en el primer trimestre de este año, en comparación con el 38% en los últimos tres meses de 2020.
Las estadísticas confirman que la salida del Reino Unido de la Unión Europea ha interrumpido las cadenas de suministro, agravando la crisis causada por la pandemia de coronavirus. Las empresas se quejan en masa del papeleo, en particular de los certificados médicos de exportación cuando envían productos a la UE.
“Con las ventas de exportación en uno de los niveles más bajos jamás registrados en nuestro historial de datos, el hecho de que la situación continúe deteriorándose es preocupante”, dijo Hannah Essex, directora de la Cámara de Comercio del Reino Unido. “Las dificultades que enfrentan los exportadores no son solo problemas emergentes. Estos son problemas estructurales que, si no se abordan, podrían conducir a un debilitamiento a largo plazo y potencialmente irreversible «