La Casa Blanca de Biden impondrá nuevas sanciones contra Rusia. Según informes de los medios estadounidenses, afectarán a personas cercanas al presidente Vladimir Putin. Washington también tiene como objetivo expulsar a un grupo de diplomáticos rusos y atacar el gasoducto «Nord Stream 2», al nombrar un enviado especial para coordinar el trabajo de sabotaje del gasoducto. Moscú deja en claro que la respuesta será dura, escribe Kommersant.
Según informes de la prensa estadounidense, se están analizando varias opciones. Se pueden imponer sanciones contra las agencias estatales responsables de la supuesta interferencia de Moscú en las elecciones y las personas cercanas al jefe de estado ruso. Además, los oficiales de inteligencia que trabajan bajo cobertura diplomática podrían ser expulsados de los EE.UU.
El director de programas del Consejo de Asuntos Internacionales de Rusia, Ivan Timofeev, explicó en una entrevista con Kommersant que las medidas de Washington probablemente no serán demasiado significativas, afectarán a oficiales de seguridad específicos pero no a la economía, pero esto hará bajar el rublo.
«Los acontecimientos actuales se superponen al aumento de las tensiones en el Donbass, que previsiblemente están generando preocupación entre los actores del mercado», señaló. Las medidas restrictivas contra las empresas de telecomunicaciones rusas serían las más peligrosas, sugirió el experto.
Mientras tanto, si los diplomáticos rusos son nuevamente expulsados de Estados Unidos como medida punitiva, la respuesta puede no ser necesariamente proporcional, escribe Kommersant. Moscú lleva mucho tiempo descontento con el desequilibrio diplomático entre el Ministerio de Relaciones Exteriores y el Departamento de Estado. Los estadounidenses no pueden obtener visas rusas para sus empleados, y eso no solo afecta a los diplomáticos sino también al personal técnico. Además, fuentes del lado ruso le dicen a Kommersant que Rusia tiene el mismo problema.