La próxima semana, Tokio puede anunciar oficialmente su decisión de verter agua en el océano en el 2023, que se utilizó para enfriar reactores en la planta de energía nuclear “Fukushima-1”, informa RIA Novosti citando al canal de televisión NHK.
Antes de descargarse, el agua con un bajo contenido de elementos radiactivos, en particular, tritio, se purifica a fondo. El informe dice que la medida se debe al hecho de que para fines del próximo año, todos los depósitos de agua existentes de “Fukushima-1” estarán sobrellenados.
Japón pidió anteriormente oficialmente a los expertos de la AIEA que verificaran el nivel de radiación en el lugar del accidente y confirmaran los altos requisitos de seguridad impuestos allí.
El accidente de «Fukushima-1» ocurrió el 11 de marzo del 2011. Como resultado de un terremoto de magnitud 9, hubo una fuga de radiación. Algunas de las áreas adyacentes a la central nuclear siguen siendo inhabitables.