El factor ruso en las próximas elecciones parlamentarias anticipadas en Armenia será decisivo o si no crucial. Rivales políticos clave y enemigos irreconciliables visitaron Moscú: el ex presidente armenio Robert Kocharyan y el primer ministro Nikol Pashinyan. Ambos mantuvieron conversaciones con el presidente ruso Vladimir Putin.
Los contactos de Putin con los actores clave en la lucha política interna armenia no son lo único que apunta a un mayor enfoque de Rusia en la situación allí. Es importante para el Kremlin no solo preservar la paz en Nagorno-Karabaj y las fuerzas de paz rusas, sino también embarcarse en la restauración económica de la región afectada por el conflicto. La idea es desbloquear los enlaces de transporte y los lazos económicos, incluso entre Azerbaiyán y Armenia.
Según el director del Instituto del Cáucaso con sede en Ereván, Alexander Iskandaryan, si el objetivo de Pashinyan durante su visita a Moscú era demostrar que había intentado liberar a los ciudadanos armenios del cautiverio y garantizar la seguridad de su país gracias al apoyo de Rusia, el Kremlin tiene sus propias prioridades.
«Moscú quiere que continúe el proceso de desbloqueo de los enlaces de transporte entre Armenia y Azerbaiyán, que comenzó con su mediación después de la guerra», explicó. «Rusia patrocina este proceso y no puede dejarlo como está. Moscú cree que la cooperación económica podría aliviar las tensiones entre las partes y que el esfuerzo por resolver el problema de Karabaj podría avanzar». En esta situación, es importante para el Kremlin que, independientemente del ganador, en caso de falta de un líder absoluto, el gobierno de coalición no romperá la frágil arquitectura de seguridad que surgió en la región a fines del año pasado.