Venezuela ha asegurado que su “Fuerza Armada ha hecho en dos semanas más que Colombia en treinta años” en combatir a los grupos irregulares en la frontera común.
En declaraciones ofrecidas el martes a los periodistas en el Palacio de Miraflores, el canciller venezolano destacó los esfuerzos que ha hecho en las últimas semanas la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) para enfrentar a los grupos armados colombianos tras los enfrentamientos recién registrados en el estado de Apure, fronterizo con Colombia.
El máximo diplomático aseveró que los grupos criminales, paramilitares y guerrilleros son responsables de la guerra interna e eterna que vive Colombia, pero están amparados y no existe hasta la fecha una información de que las Fuerzas Armadas colombianas hayan detenido o abatido a alguno de estos grupos involucrados en el caos en Venezuela. Arreaza adujo que la “industria del narcotráfico” es un factor que une a estos grupos a las instituciones gubernamentales.
“El narcotráfico se tomó aceleradamente a Colombia desde hace 30 años y más, y cada día penetra más la fibra de institucionalidad, de la sociedad, de la economía colombiana”, apostilló.
Lo que ocurre en la frontera colombo-venezolana, según las autoridades del país bolivariano, es parte del plan del Gobierno del presidente colombiano, Iván Duque, para crear el caos y llevar a Venezuela hacia una guerra civil, en conformidad con la estrategia imperial del Occidente para balcanizar el país bolivariano.
Venezuela y Colombia comparten una larga frontera que no está exenta de conflictos. En las últimas dos semanas, el Ejército venezolano se ha visto obligado a ejecutar un operativo para contener a los grupos armados “irregulares” colombianos que tratan de apoderarse del estado de Apure. Durante dichos enfrentamientos, unos ocho militares de la FANB perdieron la vida.
Ante esta coyuntura, el Gobierno venezolano ha enviado una carta al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) para abrir una investigación sobre “la violencia colombiana” en la zona.