El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, se enfrenta a un problema importante causado por una afluencia masiva de inmigrantes ilegales de América Latina. El desafío puede convertirse en el mayor al que se ha enfrentado Estados Unidos en los últimos 20 años. Un número creciente de estadounidenses está descontento con la forma en que la nueva administración está manejando el problema después de eliminar las duras medidas que había introducido el ex presidente Donald Trump, escribe Izvestia.
Los funcionarios estadounidenses no tienen un plan claro de qué hacer con el creciente aumento de migrantes. Una de las preguntas clave es cómo reformar la inmigración y si adoptar cambios como un paquete único o mediante leyes separadas. Será difícil aprobar un paquete de legislación porque es más probable que los republicanos arremetan contra los demócratas, diciendo que Biden busca permitir que millones de migrantes ingresen al país y les otorgue la ciudadanía para que luego puedan votar por los demócratas, señaló la investigadora del Centro de Estudios Norteamericanos del Instituto de Economía Mundial y Relaciones Internacionales Primakov (IMEMO) de la Academia de Ciencias de Rusia, Anastasia Bunina.
Según ella, mientras no haya una oportunidad legislativa para cambiar los enfoques sobre la inmigración, Biden «tomará medidas específicas para aliviar las condiciones en las que viven los migrantes en las zonas fronterizas, acelerará la distribución de los migrantes, en particular los niños, tratará de llegar a acuerdos con esos países de donde vienen los migrantes y buscan fondos presupuestarios para financiar programas que resuelvan problemas locales, pero no resolverá esta grave crisis”.
Biden hasta ahora no tiene un plan de juego para reformar la inmigración y resolver la crisis, enfatizó la directora del Centro de Estudios Norteamericanos del Instituto de Economía Mundial y Relaciones Internacionales Primakov (IMEMO) de la Academia de Ciencias de Rusia, Viktoria Zhuravleva.
«Pasará otro año y estallará una nueva crisis migratoria, llegará una cantidad insondable de migrantes que el sistema no podrá manejar y probablemente estallarán protestas. El problema no se puede resolver a menos que republicanos y demócratas llegar a algún tipo de entendimiento», señaló la experta.