Almirantes turcos retirados se han manifestado en contra de la posible revisión de la Convención de Montreux con respecto a la soberanía de Ankara sobre el Bósforo y los Dardanelos en relación con el Proyecto del Canal de Estambul. Los almirantes retirados estaban petrificados por la facilidad con la que el presidente Recep Tayyip Erdogan cambia las leyes del país, ya que sospechan que tiene la intención de destruir por completo los cimientos seculares del estado turco. Las autoridades, a su vez, están acusando a los almirantes de un complot golpista, escribe Kommersant.
Erdogan señaló que estaba mal vincular el Proyecto del Canal de Estambul con la Convención de Montreux. «No tenemos ninguna intención de retirarnos de la Convención de Montreux», subrayó.
El presidente turco anunció planes para construir el canal en el 2011. Las expectativas son que 160-185 buques pasarán por la vía fluvial diariamente en comparación con 118-125 barcos que viajan a través del estrecho del Bósforo.
«El territorio de Turquía no es objeto de la convención, que se aplica únicamente a los estrechos (el Bósforo, los Dardanelos y el mar de Mármara). Dicho esto, Turquía tiene derecho a construir cualquier tipo de canales en su terreno siempre que no viole los principios de la convención», dijo el socio gerente de la oficina de Moscú del bufete de abogados Pen & Paper, Anton Imennov. Hizo hincapié en que el objetivo del proyecto del canal era ganar dinero. «Si se determina que el nuevo canal entra en el ámbito de la Convención de Montreux, Turquía puede tener dificultades para obtener ingresos. Según la convención, todos los buques gozan de libertad de paso a través del estrecho sin pago alguno. La convención se aplica al nuevo canal”, recalcó el experto.
Mientras tanto, la profesora asociada del Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú, Yulia Kudryashova, dijo a Nezavisimaya Gazeta que los almirantes retirados en realidad no querían que su país arruinara aún más las relaciones con la OTAN. Lo que pasa es que tener el control de un canal que no está incluido en la Convención de Montreux colocará a Turquía en una posición excepcional, lo que provocará quejas de sus aliados occidentales.