Rusia ahora tiene una flota moderna y en constante crecimiento que representa una amenaza única para las fuerzas armadas de la OTAN, escribe Business Insider.
Como señala el autor del artículo, la flota rusa está intensificando sus actividades en el Ártico, ampliando su presencia en África y Medio Oriente, y también está siguiendo de cerca a la OTAN, realizando viajes por Europa.
“Hoy, la flota rusa tiene alrededor de 360 barcos y embarcaciones de todo tipo. Los grandes cruceros y destructores con misiles guiados fueron reemplazados por barcos más pequeños listos para el combate moderno, como corbetas y fragatas”, dice el artículo.
Según Business Insider, muchos de estos barcos son más pequeños y están menos armados que los barcos del mismo tipo de países de la OTAN.
«Pero los nuevos equipos y armas, especialmente los misiles de crucero “Kalibr”, que se pusieron en servicio en el 2015, les dan ventajas», dice el artículo.
Al mismo tiempo, la verdadera fuerza de las fuerzas navales rusas, según el autor del material, está actualmente oculta bajo el agua. Las fuerzas submarinas incluyen 59 submarinos, incluidos 12 submarinos de misiles balísticos de propulsión nuclear y nueve submarinos de misiles de crucero de propulsión nuclear.
Para finales de año, la flota rusa tiene previsto encargar o aceptar seis nuevos submarinos (tres de ellos nucleares), así como llevar a cabo la aceptación de un crucero de misiles nucleares pesados Proyecto 1144 “Orlan” totalmente modernizado. Y para fines del 2022, tiene la intención de comenzar las pruebas en el mar de su único portaaviones, según el material.
Rusia, resume el autor, ha reducido y optimizado sus fuerzas armadas, aumentando su calidad y profesionalismo, además de dotarlas de tecnología moderna.
Anteriormente, The National Interest señaló que Rusia heredó de la URSS una flota «vasta, si no hinchada», que, debido a la falta de fondos en los años 90, cayó en decadencia. Sin embargo, más tarde, el Kremlin adoptó un programa de renovación de la flota a gran escala, que incluía tanto la profunda modernización de los barcos antiguos como la creación de otros nuevos.
La revista Diplomat, a su vez, señaló que Rusia aumentó el poder de la flota a principios de la década del 2000 y ahora los submarinos rusos representan una amenaza real para los países de la OTAN.