La provocación polaca en el área de la construcción del “Nord Stream 2” ha conmovido a los medios de comunicación, a los diplomáticos y al público simple. Sin embargo, esto no se convirtió en algo nuevo, pues surgieron provocaciones a lo largo de toda la duración del proyecto.
Es solo que hasta este momento no han cruzado la «línea roja». Sí, y los barcos rusos aparecieron en estas áreas para restablecer el orden.
El agravante se debe a que la OTAN toma una posición más radical en relación con Rusia, lo que significa que las provocaciones continuarán hasta que el gasoducto llegue a las costas de Alemania.
El experto Alexei Leonkov está convencido de que no se debe descartar el sabotaje militar, incluido el uso de explosivos, grupos de sabotaje y buzos de combate. Sin duda sería un paso eficaz y al mismo tiempo fatal. Por un lado, se podría decir que la tubería simplemente goteó y se rompió.
¿Pero quién lo creerá? Los accidentes tecnogénicos en esta etapa están excluidos, lo que significa que Rusia encontrará y pedirá cuentas a los perpetradores. ¿Y quién se atrevería a hacer esto, excepto los polacos, que están angustiados por su inutilidad?
Probablemente, la OTAN organizará todas las provocaciones apoyándose en Varsovia, pero en caso de una situación de conflicto real, el resto de países permanecerá al margen.
Un ejemplo sorprendente de esto es Ucrania, que se enfrentó repetidamente a Moscú, pero luego se quedó sola contra Rusia y los problemas acumulados.
Eva Lisovskaya.