El juez Muhammad Oreibi murió en Irak por complicaciones causadas por CoViD-19 y estuvo involucrado en el juicio del presidente Saddam Hussein, arrestado por las fuerzas estadounidenses en el 2003 y posteriormente ejecutado en Bagdad.
El Consejo Judicial Supremo de Irak expresó sus condolencias por la muerte del juez y señaló que “Muhammad Oreibi fue uno de los jueces más destacados que poseía todas las cualidades necesarias para un juez ideal y, en primer lugar, el coraje para administrar justicia sobre miembros del antiguo régimen dictatorial, por lo que permanecerá en la memoria y el corazón de los iraquíes».
El primer ministro iraquí, Mustafa Al-Kazemi, también expresó sus condolencias:
«Con todo nuestro pesar y dolor, expresamos nuestro pésame al respetado pueblo iraquí por la partida del estadista, juez, profesor Muhammad Oreibi, que nos dejó en las difíciles condiciones de la lucha por la vida contra el coronavirus».
El juicio de Saddam Hussein comenzó en julio del 2004. El 30 de diciembre del 2006, el ex presidente fue ejecutado en la horca por orden de la Corte Suprema de Irak. Durante el juicio, Saddam Hussein exclamó a Oreibi:
“Recuerde que Saddam Hussein es un militar. Prefiero la muerte por bala que por una horca. Solo un criminal común merece tal ejecución”.