Una tercera ola de COVID-19 es posible en Rusia, dijo el 30 de marzo la viceministra de Salud ,Tatyana Semenova. Según ella, ya se están tomando medidas para prevenir la tercera ola, sin embargo en varias ciudades grandes los riesgos y amenazas de la infección sigue siendo muy alta. Los expertos entrevistados por Vedomosti creen que una posible tercera ola será menos severa que la segunda y puede que no haya restricciones estrictas.
Para la Unión Europea, la tercera ola de COVID-19 se ha convertido en una realidad. El 26 de marzo, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, lo confirmó oficialmente, destacando la importancia particular de la vacunación en tales condiciones. Los gobiernos de muchos países de la región se vieron obligados a ampliar o fortalecer las restricciones a los ciudadanos.
El director general de DSM Group, Sergey Shulyak, dijo al periódico que el coronavirus se está volviendo estacional.
«La estacionalidad del coronavirus es evidente en Europa. Allí los pics son más tempranos que en Rusia, porque hace más calor allí antes», dijo. Según el experto, una tercera ola de COVID-19 es bastante posible, pero es poco probable que sea más potente que la segunda.
Según el politólogo Gleb Kuznetsov, las consecuencias políticas serán mínimas si las autoridades «amplían el alcance de su respuesta médica». Si el Estado actúa de acuerdo con «la lógica europea, organiza cierres, cierra escuelas y priva a la gente del trabajo, entonces es muy probable que haya problemas políticos», agregó el experto.
Al mismo tiempo, no se debe esperar que la tercera ola llegue necesariamente a Rusia desde Occidente.
«La situación es diferente en todas partes. Las medidas que se toman son únicas y específicas. Y no tiene sentido copiar la histeria mediática europea en vísperas de una ‘posible nueva ola’ en Rusia», concluyó el experto.